jueves, 7 de mayo de 2020


- Todo lo que hay aquí se parece a otra cosa- dijo doña Anna sin darse la vuelta, como si le hablase a alguien delante de ella en la oscuridad.
- Quiere decir que no es verdadero?
- En realidad, nadie puede decir qué es verdadero y qué no lo es. Todo lo que ven nuestros ojos es producto de una conexión. La luz que hay aquí es una metáfora de la sombra, y la sombra es una metáfora de la luz. Imagino que ya lo sabrá.

(Haruki Murakami, La muerte del comendador)

domingo, 3 de mayo de 2020



Hay una cierta monótona uniformidad en los destinos de los hombres. Nuestras existencias se desarrollan según leyes viejas e inmutables, según una cadencia propia uniforme y vieja. Los sueños no se realizan jamás, y apenas los vemos rotos, comprendemos de pronto que las mayores alegrías de nuestra vida están fuera de la realidad. Apenas los vemos rotos, nos oprime la nostalgia por el tiempo en que bullían dentro de nosotros. Nuestra suerte transcurre en este alternarse de esperanzas y nostalgias.(Las pequeñas virtudes)

sábado, 7 de abril de 2018


Fui al cuarto de J. y miré a través de la ventana. Anochecía, había poca luz, y todo se veía muy suave... la Hora Extraña cuando la gente nunca parece estar en foco, Observé a un hombre que caminaba hacia uno y otro lacdo de la calle -parecía una mosca caminando por una pared- y unos hombres atareándose con una carretilla, todo traseros y pies. En la casa de enfrente, por una ventana de la planta baja, de gruesos barrotes, se veía una niñita morena... vuelta en un chal gris que leía un libro. Su cabello estaba partido en el centro de la cabeza. Tenía un pequeño rostro oval. Era muy encantadora, así enmarcada por la ventana con el blanco brillante del libro. Sentí cierto apasionamiento español...
Es como si Dios abriera su mano y le permitiera a uno bailar un poco sobre ella, y luego la cerrara con fuerza, tan apretada que uno ni siquiera puede llorar... El viento es terrible esta noche. Estoy muy cansada, pero no puedo ir a la cama. No puedo dormir ni comer. Demasiado cansada.

(Katherine Mansfield. Diario)

jueves, 27 de abril de 2017


La Casa, soy la Casa.
Más que piedra y vallado,
más que sombra y que tierra,
más que techo y que muro,
porque soy todo eso, y soy con alma.
Es necesario que alguien venga
a recoger los mangos que se caen
en el patio y se pierden
sin que nadie les tiente la dulzura.
Es necesario que alguien venga
a cerrar la ventana
del comedor, que se ha quedado abierta
y anoche entraron los murciélagos…
Es necesario que alguien venga
a ordenar, a gritar, a cualquier cosa.

Dulce María Loynaz.

martes, 14 de marzo de 2017


Prefería no hablar en el trabajo de las cosas que le gustaban de verdad. Había construido una zona intermedia, un falso techo de melodías, novelas, paisajes que le agradaban sin trastornarla. Los otros libros, la otra música, los lugares donde se refugiaba, no se los dijo a nadie. (Acceso no autorizado- Belén Gopegui)

sábado, 11 de febrero de 2017


Era una persona que te sorprendería encontrar sentada sola en un rincón del mundo al que no pertenecía, escribiendo cosas en un cuaderno para evitar la aparición del pánico. Se había dado cuenta de que era normalmente optimista por la mañana, pero que el pánico era un problema al anochecer. (Alice Munro, Amistad de juventud)

Pero, ¿qué es lo impide que la vida de Nueva York no brille ni resplandezca para mí? ¿Por qué no es tan rica? ¿o por qué no lo parece? Créala, Anais, invéntala. Mi relato del barco-vivienda está sin terminar. ¿Por qué? El presente no me fecunda ni me alimenta. Releo mis diarios antiguos y allí lo encuentro todo. Están llenos, están vivos. Me dan ganas de seguir escribiendo.

(Anais Nin, Diarios vol. 3)