sábado, 11 de febrero de 2017


Era una persona que te sorprendería encontrar sentada sola en un rincón del mundo al que no pertenecía, escribiendo cosas en un cuaderno para evitar la aparición del pánico. Se había dado cuenta de que era normalmente optimista por la mañana, pero que el pánico era un problema al anochecer. (Alice Munro, Amistad de juventud)

Pero, ¿qué es lo impide que la vida de Nueva York no brille ni resplandezca para mí? ¿Por qué no es tan rica? ¿o por qué no lo parece? Créala, Anais, invéntala. Mi relato del barco-vivienda está sin terminar. ¿Por qué? El presente no me fecunda ni me alimenta. Releo mis diarios antiguos y allí lo encuentro todo. Están llenos, están vivos. Me dan ganas de seguir escribiendo.

(Anais Nin, Diarios vol. 3)